Hendrik Streeck habla de “súperpropagadores” del virus, que no hay prontas esperanzas de vacuna; que el clima podría ser determinante en un rebrote, y que el 10% de los infectados, pudo haber provocado el 80% de los contagios.
Ningún científico en el mundo ha podido determinar el potencial completo del Sars CoV-2, sin embargo, luego de seis meses de contagios y de millones de muertos alrededor del mundo, algunas conclusiones comienzan a ver la la luz, como la del virólogo alemán Hendrik Streeck, director del Instituto de Virología de la Universidad de Bonn, quien afirma que, al parecer, el Covid-19 “es bastante menos mortífero de lo que creíamos”.
El científico sostuvo una larga entrevista con el sitio de noticias Infobae, donde explicó que luego de los festejos de un carnaval en el municipio de Gangelt, en Alemania, se puso a investigar lo que definió como un “evento de supercontagio”, lo que le permitió llegar a importantes datos, sobre todo del rol de los asintomáticos, las posibilidades de propagación del virus y la polémica tasa de letalidad.
Hendrik Streeck lideró el estudio de campo más importante sobre el brote de coronavirus en Alemania entre marzo y abril, entre vecinos de Gangelt, municipio de 12 mil habitantes en el estado de Renania del Norte-Westfalia, y que el 15 de febrero fue uno de los principales focos de contagio del país.
No es tan letal
De aquélla investigación pudo extrapolar que la cifra de personas contagiadas puede ser cinco veces mayor a la oficial, cuyo número lo atribuye a un testeo muy agresivo, que la letalidad es una décima parte de lo que se creía al comienzo, y que gran parte de las infecciones se produce en ciertos eventos masivos, más que en el uno a uno.
“Descubrimos que una de cada cinco infecciones son asintomáticas, pero hay reportes de otras ciudades que hablan de un 43%. En Australia hubo un crucero en el que el 80% no tenía síntomas. Este es un factor muy importante, porque se relaciona con cómo se propagó el contagio sin que nos diéramos cuenta. En nuestro estudio encontramos que el 15% de la población había estado infectada. Antes de eso, se creía que sólo alrededor del 3% se había contagiado. En Gangelt hubo un evento de súperpropagación, en las festividades de carnaval, donde se infectó el 40% de los que participaron. Al saber cuántas personas contrajeron el virus pudimos inferir, por primera vez en Alemania, la tasa de letalidad de la infección, es decir, cuántas de las personas infectadas mueren. Podría variar dependiendo del pueblo, de la demografía, de la dosis de infección que contraen los individuos, pero para ese municipio en particular encontramos que era de 0,37%.
Sobre la afirmación del científico italiano Mássimo Clementi, director del laboratorio de microbiología y virología del Hospital San Raffaele de Milán, de que el virus se está debilitando, afirmó que “claro que es posible que el virus mute y se vuelva menos virulento. Sin embargo, no he visto datos ni investigaciones científicas que demuestren eso. Lo que sí estamos viendo, aunque aún no tenemos datos, es un incremento en los casos asintomáticos”.
Al referirse a lo que él mismo llamó “individuos superpropagadores”, Streeck afirmó que “no sabemos por qué un individuo puede ser un superpropagador, pero se estima que el 10% de los infectados puede haber desencadenado el 80% de los contagios. De los brotes que tuvimos, se puede ver que siempre se remontan a eventos singulares. Tenemos el bar en el centro de esquí de Ischgl (en Austria), un club nocturno en Berlín, el carnaval en nuestra área, y en Bérgamo (Italia) hubo un partido de fútbol en el que uno o unos pocos superpropagadores difundieron el virus”.
No hay esperanza de vacuna
El científico no es optimista en cuanto a tener muy luego una vacuna contra el virus, y sostiene que “es muy difícil predecir si va a funcionar. (…) En el peor escenario posible, tendremos una, con una eficacia del 50%, de modo que solo una de cada dos personas estaría protegida. Así que puede ser que a fin de año tengamos una vacuna, pero también puede ser que tome 10 o 20 años. Nadie sabe”.
En cuanto a la “inmunidad de rebaño”, Hendrik Streeck dijo que “puede que sí juegue un papel en Italia, donde el 59% de las personas en Bérgamo tiene anticuerpos contra el SARS-CoV-2. A ese nivel la inmunidad de rebaño puede desempeñar un rol. Actualmente, creo que es nuestra única arma contra este virus, que se ha propagado en todas las capas sociales. Porque aunque haya una vacuna en algún punto, no sucederá demasiado pronto.
Proyecciones
Sobre la mortalidad y de las proyecciones sobre millones de muertes por el virus, frente a otras enfermedades, sostuvo que “al coronavirus hay que tomarlo seriamente, no deberíamos tomarlo a la ligera. Por eso creo que las medidas al comienzo fueron muy importantes, porque necesitábamos tiempo para entender al virus, para entender cuál era la mejor manera de controlarlo y de reaccionar ante él. Particularmente creo que en ese sentido fueron fundamentales las cancelaciones de eventos masivos. Ahora, una tasa de letalidad del 0,37% o del 0,4% es bastante más alta que la de la gripe estacional, por ejemplo, que está en torno al 0,1 por ciento. Pero, al mismo tiempo, es bastante menos mortífero de lo que creíamos y temíamos al comienzo por las imágenes que veíamos. Y ahora que se están tomando medidas higiénicas espero que la letalidad baje aún más y que tengamos aún más cantidad de casos asintomáticos como consecuencia de una carga viral menor.
Hendrik Streeck estima que el clima podría ser determinante en un rebrote del virus -en Europa está llegando la época estival-, “vemos que podría depender del clima. No tenemos certezas, pero podría estar vinculado a la humedad, por ejemplo. Y lo vemos claramente con los otros coronavirus: tenemos un comienzo de las olas en el mes de noviembre y un final en mayo. No me refiero al SARS-CoV-2, pero ahora justamente vemos que se comporta de forma similar y por eso podemos asumir que sucederá algo parecido”.
Y aunque no habla de una “segunda ola” de contagios, como así lo indica el profesor Kim Woo-Joo, en Corea, sí afirma que “creo que como estamos tan atentos ahora, y vigilando al virus, es posible que tengamos un aumento de pequeños focos de contagio, y trabajaremos para contenerlos de manera inmediata”.