Utilizar células vivas que sirvan para almacenar datos digitales, como una especie de disco duro… codificar imágenes y vídeos en el ADN de una bacteria, ya es posible gracias a esta innovación desarrollada por científicos de la Universidad de Harvard en los EEUU.

Cabe señalar que el año 2016 se construyó la primera grabadora molecular la cual es capaz de almacenar información (bits) al codificar los datos digitales en el ADN de una bacteria. Esta tecnología ocupa el sistema CRISPR, el que otorga la posibilidad de cortar y pegar ADN, como el científico decida y además es capaz de crear una matriz de secuencias del genoma que pueden ser almacenadas y reconstruidas a la posteridad en la línea de tiempo determinada. 

El autor del estudio, Seth Shipman, explicó: “Hemos diseñado estrategias que básicamente traducen la información digital contenida en cada píxel de una imagen o frame, así como el número de frame en un código de ADN que, con secuencias adicionales, se incorpora a los espaciadores. Cada frame se convierte así en una colección de espaciadores“.

Reconstruyendo la historia

Grabar la foto de una mano humano, almacenar una secuencia de las primeras películas de la historia o un jinete subido en su caballo en plena marcha, imagen perteneciente a  la colección “Locomoción Animal” del fotografo Edward Muybridge del año 1887, fueron algunos de los registros con los que se trabajó.

Posteriormente se llevaron a cabo colecciones cronológicas y mediante actividad de proteínas Cas1 y Cas2 se agrega a la matriz de secuencia en sus genomas. Después se recuperan todas las matrices de la problación bacteriana mediante secuenciación de3 ADN. Después se recosntruye todas las partes del video.

Registrar los cambios celulares con el paso del tiempo es el objetivo de esta tecnología que sigue en desarrollo y que de seguro promete revolucionar.