La pandemia ha traído consecuencias a la odontología mundial, en mayor o menor medida. Ahora, los profesionales del Reino Unido demandan ayuda del Gobierno porque, de lo contrario, sufrirán quiebras masivas en el sector.
El problema del cierre de las clínicas odontológicas y las consecuencias financieras que la medida trajo consigo, pegó fuerte en muchos países y el futuro no se ve muy halagueño si los respectivos gobiernos no hacen algo en favor de este sector de la salud que -oh ironía-, no es considerada como tal en muchos países.
Ahora le tocó el turno a los odontólogos ingleses, de los cuales sólo el 30 por ciento está contratado por el NHS (National Health Service), mientras que el 70 por ciento restante ejerce en forma particular o tienen sus emprendimientos en forma de clínicas privadas, las que debieron cerrar a partir del 23 de marzo, fecha en que se anunció que el Reino Unido se encerraba, para hacerle frente a la pandemia.
La información, dada a conocer por el Huffington Post, indica que los ingresos de estos profesionales -muchos de ellos que operaban con el NHS, sumaron cero. Lo que empeoró cuando se supo que muchas de las intervenciones que realizan los privados no califican para recibir el apoyo financiero presentado por el canciller de Hacienda del gobierno de Boris Jhonson, Rishi Sunak, con este propósito, pero para otras empresas, a pesar de prestar un servicio público esencial.
También hay que tomar en cuenta que un gran número de odontólogos en el Reino Unido no pueden acceder a fondos para pequeñas empresas, porque ganan más del umbral o, en algunos casos, poseen más de una clínica. Muchos de ellos ganan justo por encima del umbral de £ 50.000 (casi 5 millones de pesos chilenos) para el Plan de Apoyo a los Ingresos Autónomos (SEISS), lo que significa que también se enfrentan a una caída repentina en ingresos personales, así como en todo su negocio.
Así las cosas, con nada de ingresos y sólo costos en alza, los profesionales del sector estiman que sólo podrán sobrevivir unas semanas antes de verse obligados a cerrar sus puertas.
Bancarrota en un mes
Uno de ellos es Christina Chatfield, higienista, quien tiene su consulta desde 2007. Cuenta que vendió su casa durante la crisis financiera de esa década para mantenerla abierta Ahora, sin ingresos y sin ayuda financiera estatal, pronostica que quedará en bancarrota en un mes.
Chatfield explicó que muchas veces pensó que cosas como las recesiones podrían haberla obligado a cerrar, pero que, sin embargo “una pandemia no es cosa de nadie, y ser excluido por el gobierno como profesional de la salud para recibir apoyo, es uno de los mayores golpes”.
El 21 de abril, más de 100 parlamentarios escribieron a Rishi Sunak, destacando la evidencia de que aproximadamente el 75% de los dentistas no recibirían apoyo del gobierno y pidiéndole que cambie su enfoque para evitar la “ruina financiera” para el sector en su conjunto
Los dentistas y quienes los representan necesitan que el gobierno reaccione rapido, tal como hicieron en marzo, cuando la industria del juego solicitó ayuda y luego se incluyó en una enmienda a las medidas, que les permite ahora tener una ruta hacia un futuro más allá del coronavirus, pero la odontología, una parte esencial del sistema de salud de la nación, no la tiene, y la desaparición de muchos privados significaría una importante pérdida de empleos en todo el país.
El presidente de la Asociación Dental Británica, Mick Armstrong, dijo que”no estamos buscando un tratamiento especial, solo el mismo apoyo que se ha ofrecido a nuestros vecinos en la calle (otras empresas de distintos rubros)”.
El panorama en el Reino Unido es inquietante, pero no menos que en otras parte del orbe, donde los profesionales de la odontología están sufriendo, sino el mismo problema, situaciones similares.