Diversas investigaciones apuntan a China como la causante, mientras los asiáticos se defienden acusando a Estados Unidos de llevar la infección a su territorio. Lo cierto es que las pesquisas parecen estar aún muy lejos de dilucidar el origen del Covid-19.
Cuando ya la enfermedad ha afectado a más de dos mil millones de seres humanos en el mundo y asesinado a casi 170 mil personas, se ha intensificado el deseo de conocer cómo, dónde y por qué se inició una de las pandemias más contagiosas de la historia, con el fin, primero, de adquirir más conocimiento para combatirla y, por otro lado, para dirimir las responsabilidades que, tarde o temprano, caerán sobre alguien, para que explique el por qué se provocó la situación que se vive a nivel planetario.
Y esta tarea no pueden asumirla los países, y quienes los dirigen, mientras la emergencia pareciera estar en su apogeo. Son los grandes medios los que han puesto a equipos de periodistas a investigar, con las limitaciones que la prensa encuentra, o bien las grandes potencias. Pero ¿Llegaremos a saber la verdad algún día?
The Washington Post: Las advertencies previas
El poderoso medio estadounidense publicó el 14 de abril que funcionarios científicos de la embajada de Estados Unidos en China advirtieron a Washington dos veces en 2018 sobre la seguridad y la manera inadecuada que el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) estaba realizando estudios riesgosos sobre coronavirus de murciélagos.
Lo anterior, llevó a sospechar al gobierno norteamericano que posiblemente éste u otro laboratorio de Wuhan fue la fuente del virus, aunque no tienen pruebas concluyentes que demuestren que así haya sido.
Jamison Fouss, el cónsul general de Wuhan, y Rick Switzer, consejero de medio ambiente, ciencia y tecnología de la embajada, hicieron las visitas y observaron debilidades de seguridad y gestión en el laboratorio de WIV, las que dieron a conocer mediante dos notas diplomáticas, donde aconsejaban poner atención y brindar más colaboración.
Una de las notas advierte “que el trabajo del laboratorio sobre coronavirus de murciélago y su posible transmisión humana representaba un riesgo de una nueva pandemia similar al SARS”.
Los chinos contraatacaron diciendo que Estados Unidos y sus soldados habrían llevado la infección a su país, lo que fue fuertemente replicado por Donald Trump, mandatario estadounidense.
De cualquier forma, Estados Unidos se sospecha, según el medio, que “el laboratorio WIV o el Centro Wuhan para el Control y Prevención de Enfermedades fue la fuente del nuevo brote de coronavirus”, a pesar de que no hay evidencias concretas, salvo las notas que ayudan a respaldar la posibilidad de que la pandemia “sea el resultado de un accidente del laboratorio de Wuhan”.
El medio además recoge las palabras de Xiao Qiang, científico investigador de la Facultad de Información de la Universidad de California en Berkeley, en el sentido de que “la historia del origen (de la epidemia) no se trata solo de la culpa. Es crucial entender cómo comenzó la nueva pandemia de coronavirus porque eso informa cómo prevenir la próxima. El gobierno chino debe ser transparente y responder las preguntas sobre los laboratorios de Wuhan porque son vitales para nuestra comprensión científica del virus”.
La BBC afirma que es un virus natural
Otro gigante de las comunicaciones, el grupo británico BBC, difiere de lo afirmado por sus colegas estadounidenses del The Washington Post.
Según los británicos, un grupo de científicos pudo determinar que el origen del virus es natural, y no creado en un laboratorio o que haya escapado “por accidente” de uno de estos lugares.
“No es una invención humana, sino que es producto de la naturaleza”, dijo a BBC Mundo el doctor Robert F. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, EE.UU., y uno de los miembros del equipo de investigación, desacreditando de esta manera que el nuevo coronavirus es un “arma biológica” creada por el hombre”.
“Pudimos establecer que, a partir de las características genéticas del SARS-CoV-2, es imposible que alguien pudiera haberlo creado en un laboratorio”, y explicó que para llegar a esa conclusión analizaron el material genético del virus y lo comprararon con lo que actualmente están en los laboratorios de virología.
La conclusiones las publicaron los científicos en un ensayo en la edición de marzo de la revisa Nature Medicine, donde afirman que “comparamos todos los virus que podían servir como plantilla, incluidos estos que fueron hallados en el pangolín y los murciélagos, y los cálculos de la computadora señalan que no se hubiera podido crear en un laboratorio un virus que tuviera esta capacidad de infección”, explicó el investigador.
“La naturaleza encontró una mejor manera que cualquiera que un humano hubiera podido diseñar”, agregó Garry.
Cientifico inglés: “el origen del Covid-19 está en otra parte”
Varios medios de mundo ponen en duda las conclusiones anteriores. El País, de España; La Tercera, Televisión Nacional, Meganoticias, de Chile; Infobae, de Argentina y otros latinoamericanos, informaron que el científico de la Universidad de Cambridge, Peter Forster, genetista que encabeza un proyecto de investigación para comprender los procesos que condujeron a la pandemia, dijo que el brote de coronavirus podría haber comenzado a mediados de septiembre, y la ciudad china de Wuhan podría no ser el lugar donde empezó.
Según explicó el científico, el virus “mutó desde su génesis hasta la actualidad y que las cepas estudiadas indican que el primero de ellos podría estar incluido en una ventana que abarca desde el 13 de septiembre hasta el 7 de diciembre (de 2019). Y que “el virus puede haber mutado en su forma final ‘eficiente humanamente’ hace meses, pero permaneció dentro de un murciélago u otro animal o incluso humano durante varios meses sin infectar a otras personas”.
Sus afirmaciones las publicó el científico en un ensayo Phylogenetic network analysis of SARS-CoV-2 genomes, publicado en la revista de Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
“Lo que reconstruimos en la red es la primera propagación significativa entre los humanos”, afirmó el científico, quien agregó que “si me presionan para obtener una respuesta, diría que la propagación original comenzó más probablemente en el sur de China que en Wuhan”.
Nadie se hace cargo
Así las cosas, las teorías sobre el origen son muchas, unas más creíbles que otras. Sin embargo, la única certeza que hay es que nada está claro y que, al parecer, las consecuencias de esta pandemia -que ni siquiera sabemos hasta cuándo durará-, ya son bastante sombrías, y que nadie se haría cargo de sus consecuencias.
¿Sabremos algún día qué fue lo que realmente pasó? ¿Podrán las grandes corporaciones periodísticas o las potencias descrubrir el origen de la epidemia? ¿Quién finalmente se hará cargo del costo económico, anímico, laboral o de la índole que usted quiera definir?
Lo único claro hasta ahora, es que el 2020 es el año en que el mundo comenzó a cambiar…
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