Informe de la entidad indica las formas de transmisión, y la aérea no es una de ellas. Enfatizó en que quienes trabajan con infectados deben extremar su cuidado personal.
La Organización Mundial de la Salud indicó en su informe del 29 de marzo que el Covid19 no se transmite por aire, excepto en situaciones concretas, y que el contagio se verifica por las gotas respiratorias de gente infectada, que llega a la gente sana.
Al respecto, el organismo precisó que “las infecciones respiratorias pueden ser transmitidas a través de gotitas de diferentes tamaños. Cuando las partículas de las gotitas son mayores que (>) 5-10 μm (micras) de diámetro se denominan gotitas respiratorias, y cuando son menores que (<) 5μm (micras) de diámetro, se denominan gotitas. La transmisión por gota se produce cuando una persona está en contacto cercano (dentro de 1 a 2 m) con alguien que tiene síntomas respiratorios, (por ejemplo, al toser o estornudar) y, por lo tanto, corre el riesgo de que sus mucosas (boca y nariz) o su conjuntiva (ojos) estén expuestas a gotas respiratorias potencialmente infecciosas”.
El informe técnico también destaca que “la transmisión también puede ocurrir a través de fómites (o vectores pasivos) en el entorno inmediato alrededor de la persona infectada. Por lo tanto, la transmisión del virus COVID-19 puede ocurrir por contacto directo con personas infectadas e indirectamente contacto con superficies del entorno inmediato o con objetos utilizados en la persona infectada (por ejemplo, el estetoscopio o el termómetro)”.
Transmisión aérea
En el documento, la OMS aclara cómo es una transmisión aérea de cualquier patógeno. Al respecto, el escrito revela que “la transmisión por aire es diferente de la transmisión por gotitas, ya que se refiere a la presencia de microbios dentro de los núcleos de las gotitas, que generalmente se consideran partículas menores que <5μm micras de diámetro, y que pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo y transmitirse a otros a distancias superiores a 1 m”.
De este modo, el informe puntualiza que “en el contexto de COVID-19, la transmisión por vía aérea puede ser posible en circunstancias y entornos específicos en los que se realizan procedimientos o tratamientos de apoyo que generan aerosoles; por ejemplo, intubación endotraqueal, broncoscopia, aspiración abierta, administración de tratamiento nebulizado, ventilación manual antes de la intubación, giro del paciente a la posición prona, desconexión del paciente del ventilador, ventilación no invasiva con presión positiva, traqueostomía y reanimación cardiopulmonar”.
Otras formas de transmisión aérea se puede producir durante reuniones en recintos cerrados, con poca o nula ventilación, como es, por ejemplo, un culto religioso, donde los asistentes cantan, grita y saltan unos al lado de otros, lo que posibilidad que las gotitas se conviertan en aerosoles, que no son afectados por la gravedad, pero sí por el aire en forma lateral, expandiendo de esta manera el contagio.
¿Las mascarillas?
La entidad cauteladora de la salud mundial hace hincapié en que el uso de mascarillas como precaución entre las personas que cuidan pacientes de Covid19 o en ambientes donde los procedimientos que se realizan haya generación de aerosoles que podrían quedar en el aire, como también en las habitaciones donde haya personas infectadas con el virus, es fundamental para evitar contagiarse.
Uso correcto de la mascarilla
Sobre otros usos de este elemento de protección ni los avala ni los desmiente la OMS, y sólo se limita a decir que “faltan estudios suficientes” como para emitir una opinión respecto del uso en otras circunstancias que no sean las descritas.
Sin embargo, en Corea del Sur, una de las naciones que más éxito ha tenido en la lucha contra la epidemia, aconseja ampliamente el uso de la mascarilla por parte de la población, como un elemento que previene la propagación rápida de cualquier tipo de infección.
¿Y en Chile, cómo andamos?
El doctor Pedro Verdugo, médico Urgenciólogo de la Universdad San Sebastián, se hace eco de lo que recomienda la OMS. Sin embargo, hace notar que los chilenos no tenemos “cultura de uso” de este elemento de protección personal.
“La OMS ha recomendado que las mascarillas deberían ocuparlas los pacientes enfermos para no contagiar a la gente en su casa o al personal de salud, y también aquél personal de salud o alguna persona que tenga a un paciente con síntomas respiratorios en la casa, para no contagiarse de esa persona”.
Respecto de otros usos, el profesional indicó que “mucho se ha visto a gente con mascarilla puesta en el supermercado, en la calle, en el metro, en la micro. La verdad es que hasta el momento no hay evidencia de que haya una prevención efectiva de Coronavirus. Porque con la mascarilla en la cara, comienza a respirar, se le empañan los lentes, se comienzan a tocar el rostro; comienzan a acomodar la mascarilla por que les pica acá arriba (muestra la frente sobre la nariz); o se está ahogando y se la levanta y se la sacan, y al final o único que hacen es tocarse más la cara”. Finalmente, el doctor Verdugo aconseja que “si va a usar mascarilla, tiene que estar conciente de no tocarse la cara y, por supuesto, sacarse la mascarilla desde la parte posterior y eliminarla, porque las mascarillas, por lo menos las de tres pliegues, son desechables y deberían ocuparse en un plazo no mayor a 40 ó 45 minutos”, explicó.
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