Investigaciones desarrolladas en la Universidad de Sydney, Australia, evidenciaron que morder y masticar dispararían el crecimiento de las piezas dentales definitivas, rompiendo las encías,  en lugar de una fuerza innata desconocida, según los especialistas.

Los especialistas ocuparon modelos 3D de la mandíbula de un  niño de 8 años para observar las fuerzas que se producen por la mandíbula cuando muerde y mastica. El objetivo de la investigación es mostrar el estrés que ejerce en la mandíbula de una persona cuando se muerde y mastica.

El Dr. Babak Sarrafpour, dentista, patólogo oral y maxilofacial de la Universidad de Sydney apuntó: “Diseñamos tejidos blandos y duros en la mandíbula y los conectamos con datos de los movimientos de la mandíbula en un software. Simulamos el frente y detrás de un diente masticando y pudimos observar y analizar el estrés en la pieza dental, hueso y tejido“.

Los especialistas encontraron que masticar y morder deforman la capa delgada del tejido suave que rodea el diente. “Existieron varias hipótesis acerca de como los dientes definitivos erupcionaron. Quizás desde la formación de  la raíz empujando los dientes hacia adelante en la cavidad oral. Tal vez la presión sanguínea en la pulpa del diente, o pueden haber sido los ligamentos periodontales formándose y concentrándose, empujando contra el diente“, explicaron los especialistas.

Cabe señalar que los especialistas desarrollaron otra hipótesis, “probablemente el folículo del tejido dental alrededor te un diente definitivo que todavía no erupciona actúa como un mecanosensor en respuesta a las fuerzas de morder y re – moldea el diente que lo rodea en forma que trae el diente a la boca“.

Los especialistas creen que estos estudios pueden servir como futuros tratamientos que pueden cambiar los ángulos de análisis de las piezas dentales antes y después que erupcionen y así evitar tratamientos de corrección posteriores.

Fuente: Dental Tribune