Hace unos días el segundo juzgado civil de Antofagasta condenó al Hospital de Calama a pagar $701.796.941 de pesos a la familia del afectado, “por indemnización de perjuicios, daño físico y moral, por su responsabilidad en la falta de servicio brindada a la víctima en el Hospital Dr. Carlos Cisternas de Calama”, así lo sentenció la magistrada Elizabeth Araya.

La resolución también añade que: “La demandante no es quien tiene el deber de conocer los protocolos médicos y menos las técnicas y/o medicamentos que se van a utilizar en una cirugía y menos las consecuencias que estos pueden acarrear; es el doctor el llamado a tomar todas las precauciones, y practicar y ceñirse con celo al manual y protocolos establecidos”. 

El hecho  sucedió  el 09 de junio del año 2014, en el Hospital de Calama. Un pequeño de 4 años- en ese entonces – asistió al recinto con el fin de que le extrajeran dos muelas.

El doctor a cargo de la operación, no leyó ni revisó la ficha clínica, la cual indicaba que el niño contaba con complicaciones, pues había nacido en forma prematura (de 27 semanas).

Terminada la cirugía el pequeño sufrió una reacción bastante extraña que el equipo médico no alertó. Sumado a esto, el paciente terminó con una encefalopatía hipóxico-isquémica. Enfermedad que causa una lesión cerebral y puede terminar en parálisis cerebral y otros trastornos cognitivos y de desarrollo.

Actualmente (2019) el niño se encuentra inmóvil, a sus 9 años depende en su totalidad de su madre y hermana, quienes lo trasladan en una silla de ruedas.

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