El equipo de cirujanos pediátricos del Hospital Universitario Vall d’Hebron, en España, han desarrollado un aparato oral de bajo costo que permite reducir la antiestética y limitante malformación de la fisura Labiopalatina. Este proceso resulta  más económico que las intervenciones que se hacen en el resto de hospitales.

Expertos apuntan que los 2 hemisferios del maxilar superior no se fusionan y la malformación va abriendo un espacio en el centro del labio superior y el paladar. Cabe señalar que la fisura Labiopalatina no permite que el rostro de un recién nacido se estructure de forma armónica.

“Esta prótesis, que es una guía del crecimiento, va disminuyendo la deformidad desde la primera semana de vida, y cuando el bebé cumple medio año y le hacemos la primera intervención quirúrgica en el labio, el resultado es mucho más satisfactorio que el que se conseguía con las intervenciones convencionales. A los 12 meses, operan el paladar”.

El procedimiento

El proceso se inicia en la primera semana de vida del recién nacido sin que necesite ingresar a quirófano. Posteriormente, para evitar que el niño/a se atraguante, el profesional posiciona al niño/a boca abajo y moldea el paladar en una prótesis de pequeñas dimensiones.

Alginato es el material ocupado para llevar a cabo la impresión de las estructuras orales. Después se realiza una pieza de acrílico que se pone en el recién nacido y que debe estar sujeta 24 horas del día. Un mes después esta pieza de acrílico será sustituida por una de similar material pero adaptadas al crecimiento del paciente.  Para reconducir el crecimiento de la nariz, se incorpora una pieza pequeña (similar a una antena) de la que se deriva una bola la que se inserta en la fosa nasal.

“Mejora el habla y mejora la estética. Al final, apenas se percibe que ha habido una malformación“.

Cabe señalar que el dispositivo se va “actualizando” hasta que el niño/a termine su crecimiento y el paciente tienen que visitar a sus respectivo doctores cada 2 o 3 semanas.

Fuente: Dentalista