Cerca de un 20% de las personas en Chile padecerían está patología o trastorno temporomandibular.  

Un 20% de la población en Chile estaría padeciendo de bruxismo, una patología directamente relacionada a los niveles de estrés y que se caracteriza por rechinar o apretar los dientes sin que esto tenga un propósito funcional. Como consecuencia de esta acción, las personas pueden sufrir constantemente dolores de cabeza, contracturas musculares en la parte alta de la espalda, dolor en la zona de la mandíbula, cuello, oídos e hipersensibilidad dental.

Al respecto, la directora de la carrera de Odontología de la Universidad San Sebastián (USS), Dra. Claudia Haussmann, explicó que “se ha observado que una persona que se encuentra con un cuadro de bruxismo puede no solo estar sobre exigido en su vida laboral, sino también tener alguna complicación personal en el área de pareja, familiar, económica o interpersonal, entre otras. Por ejemplo, en casos severos de bruxismo infanto-juvenil e infantil se han observado situaciones de bullying escolar e incluso, abuso sexual”.

La especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial advierte que en ese escenario “se vuelve una necesidad mayor la indagación en la situación de vida actual, considerando el bruxismo como un síntoma, o en otras palabras, una señal de nuestro organismo de que algo ocurre internamente y que necesita ser atendido. El rol del odontólogo tratante consiste en hacer un correcto diagnóstico abarcando todos los factores que intervienen en cada caso para realizar un tratamiento adecuado”.

Tratamiento y recomendaciones

Según La Dra. Claudia Haussmann, una de las claves para prevenir o tratar este tipo de anomalías consiste, además de la derivación a un profesional de salud mental para trabajar la problemáticas de forma interdisciplinaria, en el tratamiento con “terapias alternativas tales como el Reiki o las Flores de Bach, así como la práctica del Yoga u otras afines que el paciente considere tranquilizadoras”.

La experta de la Universidad San Sebastián destacó también que un objetivo central del tratamiento del bruxismo consiste en que el paciente pueda desarrollar suficiente capacidad de conciencia de su propio cuerpo, especialmente de la zona mandibular, cuello y musculatura.