La historia nos cuenta que los rayos X utilizados en odontología fueron creados por la NASA, sí la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio. Al principio el sensor estaba diseñado para algo distinto a la odontología u observar las caries o daños en piezas dentales. El aparato fue creado para tomar imágenes de otros planetas y del espacio exterior.

La NASA señala que la tecnología tiene como instrumento principal un sensor que permite a los odontólogos observar y capturar las imágenes de alta resolución digitales.

Fue por el año 1990 cuando la NASA en su Laboratorio de Propulsión Jet (JPL por sus siglas en inglés) y liderados por el ingeniero Eric Fossum, idearon un concepto revolucionario respecto a vehículos espaciales diseñados para captar imágenes.

Los especialista utilizaron tecnología de Semiconductores complementarios de óxido (CMOS) que consistía en transistores micro – eléctricos. Fossum y su equipo confeccionaron procesadores formando fotodetectores a los que se les integraron una cámara junto a sistemas de control, tiempo, convertidores y procesadores de señales, además de un sistema de análogo a digital en un solo chip.

Así nace un invento revolucionario y decidor a la hora de colaborar con los profesionales de la salud oral a la hora de diagnósticos. Increíble que la organización que puso al hombre en la luna también tenga un aporte fundamental en la odontología.

Fuente: nasa.gov