Muy triste y lamentable es la situación que se está viviendo en Alepo (Siria) y en ese lugar donde el Dr. Muhanad Kabtur atiende a varias personas que se han desplazado por motivos de la cruenta guerra. Su consulta dental es móvil, moderna, completa, un vehículo que el profesional armó, una casa rodante para atender a los más necesitados… Más de una docena de pacientes refugiados son tratados al día.

350 mil personas viven en  Azaz (provincia de Alepo), donde se ubica específicamente el profesional de la salud oral quien manifiesta: “Ayudo a personas que viven en condiciones terribles, es lo mínimo que podía hacer, ayudar a gente que son como de mi familia”.

El número de pacientes que atiende diariamente enorme en el contexto que se presentan y la ayuda que presta impagable… pero lo difícil de la situación se hace presente en sus palabras: “Ahora, cada paciente anuncia su nombre y pasa por orden de llegada. Apenas termino con uno y ya está llegando el siguiente”. “Es un caos, no hay organización… No hay el menor descanso, desde que comienza la jornada hasta el final”.

Acciones que nos agrandan el corazón

“Habría podido emigrar y vivir tranquilamente, como hicieron otros médicos, pero decidí permanecer aquí para vivir y morir en mi país… Quería ayudar a mis compatriotas, que me necesitan”, así de categórico y humano es el Dr.  Muhanad Kabtur, de 36 años y padre de 2 hijas, quién demuestra que dentro de toda la oscuridad, este tipo de personas y acciones muestran una luz de esperanza.

Fuente: Dentalista