El éxito es relativo, depende del ángulo en que cada uno lo vea. Lo importante es estar atento a los cambios que uno manifiesta y sentirse feliz por despertar cada mañana con un objetivo, con ganas de aprender y ser mejor… A veces con tanto movimiento, estrés, presiones y deberes, perdemos el rumbo, les invitamos a relajarse y leer las posibles 15 señales que indican que estás teniendo éxito aunque no lo sientan…

1. Tus relaciones son menos dramáticas que antes.

Seamos honestos, llega una edad y tiempo, que el drama que implican las relaciones o posibles relaciones de pareja, desaparece… gracias a Dios desaparece…

2. Pedir ayuda ya no te complica.

El orgullo ha desaparecido e identificamos, consciente o inconscientemente que el éxito se logra junto a otras personas, además se hace menos pesado.

3. Has elevado tus estándares en todos los sentidos.

Probablemente tu círculo de amigos se ha “cerrado” y para bien. Te has vuelto más crítico, en el buen sentido y sabes manejar y no tolerar malos comportamientos.

4. Le dices chao a lo que no te hace bien.

Aprendiste a dejar de lado esos sentimientos negativos y te diste cuenta que el amor propio es lo más importante para una persona. Además crees que ser feliz ahora es una prioridad.

5. Sabes que las equivocaciones te han ayudado a crecer.

La vida se trata de caerse y volver a ponerse de pie… y ahora lo sabes. Has aprendido de tus errores y como dijo un tipo llamado Marcelo Bielsa: “Soy un especialista en fracasos y sé perfectamente que las adhesiones se pierden cuando se acaba el éxito. Hay gente exitosa que no es feliz, y gente feliz que no necesita del éxito. El éxito es una excepción y no un continuo”.

6. Confías plenamente en algunos y ellos confían plenamente en ti. 

Has sabido rodearte de las personas que se la jugarían por ti y viceversa. Además te has alejado de aquellos que en los momentos difíciles nunca estuvieron.

7. Ya no te quejas como antes.

Si antes vivías quejándote y criticando, bueno, ahora ya no lo haces. Sabes que es mejor abrir la mente y mantenerte pleno, pensando siempre positivo. Las cosas “malas” las dejas de lado.

8. Te alegras por el éxito de otras personas. 

Probablemente esto suceda, porque en tu interior, te sientes una persona exitosa, un ganador. La envidia se ha ido, si es que alguna vez existió y festejar las victorias de los demás te hace sentir más grande.

9. Tienes pasiones que perseguir.

Dicen que todos tenemos un talento oculto y tú sabes cual es el tuyo. La diferencia es que ahora lo persigues y lo utilizas. Por otra parte, exteriorizas tus pasiones, sin miedo, sin vergüenza.

10. Eres ambicioso y esperas con ansiedad lo que viene.

Te planteas objetivos y luchas por ellos. ¿Qué sería de tu vida sin proyecciones? Seguramente la respuesta es NADA. Esto es señal de que esperas y planificas hacer y tener de esos “momentazos” en el futuro.

11. Algunos de tus sueños se hicieron realidad.

Esto aplica a conocer lugares, viajar, casarte o simplemente independizarte, la lista es bastante extensa. Lo has logrado, pese a los problemas, dificultades o exigencias que esto a conllevado, estás o has estado ahí, siéntete feliz por ello.

 12. Sientes amor y te sientes amado.

Ese sentimiento que pudo haber sido esquivo por años, ha caído en tu poder. Y nos nos referimos solo al estar enamorado de tu pareja. Nos referimos al amor por las cosas mínimas, al amor por lo que te rodea y lo más importante, aprendiste a amarte a ti mismo. Ya no eres reacio a que te amen y dejas que tu corazón se derrita frente al cariño.

13. Peleas para salir adelante.

¿Víctima tú? imposible, siempre te las arreglas para levantar la cabeza y salir adelante. Clara señal de que has aprendido, que el peso de tus hombros cada ves es menor y que puedes contra todos los obstáculos que aparecen.

14. No te interesa lo que los otros piensen de ti.

Sabes quien eres y te gusta. Destilas seguridad, persigues un camino y te gusta. Ya no estás para seguir patrones o cambiar por como te juzgan los demás. Eres único (a) e irrepetible.

15. Te sientes feliz.

Te ha pasado que por un momento el mundo se detiene y respiras. Sabes que eres feliz contigo mismo, con quienes te rodean y con lo que tienes. Buscas y persigues tus objetivos. Puedes dormir tranquilo. Eres feliz y eso es lo más importante. Aprovéchalo…