Investigadores del Kings College de Inglaterra, analizaron y trataron a 99 pacientes mujeres y 31 hombres, de una edad promedio de 39 años y  con fobia al dentista. El objetivo fue ofrecerles y tratar de solucionar, el miedo extremo que sienten a la hora de acudir, si es que lo hacen, a revisar sus dientes.

Los pacientes, fueron tratados con una terapia de corto plazo que suele durar entre 6 y 10 sesiones, que sintetiza partes de la terapia conductual y partes de la cognitiva. Mediante la intervención sicológica,  la realización de mini-experimentos, análisis de las interpretaciones y creencias de la persona, se busca intentar cambiar sus conductas y comportamientos.

Los expertos han indicado que el concepto que una persona tiene sobre algo condicionan las respuestas sicológicas a ciertos estímulos, por lo cual, la terapia cognitiva “conductual se basa en el aquí y el ahora, ya que se entiende que aquello que originó un problema no tiene por qué coincidir necesariamente con lo que hace que ese problema siga existiendo”.

Tras ser estudiados durante 17 meses, los investigadores concluyeron “que  tres cuartas partes sufrían fobia dental, y el resto, un temor específico a algún aspecto de la odontología, como la infiltración anestésica y el uso de la turbina dental, el cual, este último es referido como uno de los principales factores de temor a la hora de asistir a la consulta. Además de este problema, el 37% sufría altos niveles de ansiedad general, y el 12% tenía manifestaciones clínicas de depresión”.

Posteriormente, los profesionales han indicado que el 93% de los pacientes que terminaron la terapia fueron capaces de ir al dentista sin que tuvieran que recurrir a la sedación.

Fuente: Odontoespacio.net